Las neurociencias y su poder sanador aún poco conocido
Cuantas personas viven años y años abrumadas, encerradas y destrozadas por el miedo, la ansiedad, la depresión o incluso enfermedades invalidantes como la fatiga crónica, sin posibilidad de resolución a pesar de haber visitado infinidad de profesionales.
Nuevas metodologías como EMDR, PET, EFT y las TIC (Técnicas de Integración cerebral) y ver su eficacia, sobre todo por no retraumatizar, permiten que el paciente procese rápidamente lo sucedido quitando el dolor emocional ayudando a que la persona afectada tenga una visión más positiva y realista en un muy breve tiempo.
Es cierto que hay personas que van más rápido que otras en la resolución de problemáticas emocionales. Esto depende fundamentalmente de que algunas personas pueden conectar con el malestar de su cuerpo más rápidamente, lo que posibilita llegar al origen del problema de un modo directo y solucionarlo, como en el caso de los tratamientos para la ansiedad.
Te estarás preguntando que tiene que ver el conectar con el malestar físico con poder resolver un fobia o una depresión.
Hasta el momento se consideraba que frente a estas patologías lo que se debía cambiar eran las creencias o incluso probar métodos de abordaje directo como la terapia de exposición en el tratamiento de las fobias para curar dichos síntomas, pero en el año 2000 los doctores Solvey y Ferrazano de Solvey (Argentina) inspirados en el trabajo de otros investigadores desarrollaron la Técnica de las Gafas Hemisféricas y La Técnica de Un ojo por Vez.
Estas técnicas no se basan en intentar cambiar los pensamientos del paciente con respecto al tema a tratar, sino en corregir la neurofisiología alterada causa directa de la sintomatología, y los pensamientos se corrigen como subproducto.
Con este abordaje terapéutico completamente diferente a los tradicionales, se obtienen modificaciones en las respuestas neurofisiológicas del cerebro frente al hecho perturbador y como resultado de esto se produce la resolución de la sintomatología.
Estas terapias se basan en nuevos paradigmas de las neurociencias respecto a las funciones cerebrales.
Las gafas hemisféricas y la técnica ojo por ojo son dos nuevos métodos terapéuticos que posibilitan la integración de las diferencias de percepción que existen entre ambos hemisferios cerebrales.
Esto se produce porque cada hemisferio cerebral piensa y siente por separado y entre ambos hay diferencias notables en creencias, emociones, sensaciones corporales y niveles de perturbación frente a un tema o recuerdo. Si bien nos imaginamos a nosotros mismos con un solo cerebro, funcionalmente tenemos dos, uno izquierdo y uno derecho y entre ambos existen enormes diferencias.
Para intentar comprender mejor su funcionamiento, cuando ocurre una situación que produce un trauma, se lateraliza la función cerebral hacia el lado derecho, el emocional, produciéndose un corte en la conexión con el hemisferio izquierdo, donde se hallan los recursos y habilidades necesarias para resolver la situación que el trauma produjo.
El hemisferio derecho es el que desconfía y alerta de los peligros de la vida, y es donde se almacena el recuerdo de los traumas para cumplir con esta función de alerta.
Esta integración hemisférica permite una visión más realista del problema al converger ambas perspectivas lográndose corregir las distorsiones cognitivas y las emociones irracionales o exagerados. Estos cambios se mantienen en el tiempo, y la patología resuelta no retorna.
Las Técnicas de Integración Cerebral se explican por el modelo de la integración hemisférica. Los traumas producen un desequilibrio en la sincronía de ambos hemisferios cerebrales con una marcada lateralización derecha, al corregir la desincronización hemisférica logramos corregir la perturbación en forma veloz y duradera.
En todas las Técnicas de Integración Cerebral el cambio en la simetría hemisférica como respuesta al tratamiento, es demostrable a través de un mapeo cerebral computarizado, efectuado antes y después de la sesión.
Con estas técnicas nos adentramos en un terreno hasta ahora desconocido en la psicoterapia, es un paradigma totalmente novedoso, a través del cual encontramos una manera de modificar la sintomatología psíquica, por medio de la estimulación del sistema nervioso central y los cambios producidos en su neurofisiología.
Los resultados son de una considerable abreviación del proceso terapéutico.
Podemos tratar con éxito una gran gama de patologías y brindar alivio o curación, de manera veloz y duradera en lugar de llevar meses o años de las terapias convencionales. Se trabaja rápida y eficazmente en pocas sesiones y a veces en pocos minutos.
La posibilidad de desensibilizar, traumas y conductas disfuncionales en forma veloz, eficaz y duradera, sin necesidad de un trabajo arduo ni por parte del paciente ni por parte del terapeuta, posibilita abreviar la duración y el costo de los tratamientos en forma considerable. Esto es también valido para la comparación de los resultados que se logran, de modo que no sólo obtenemos velocidad, sino también logramos una modificación apreciable o una curación definitiva de la sintomatología perturbadora, motivo de consulta.
La velocidad del cambio que se produce en el sujeto es tal, que se da con frecuencia un curioso fenómeno de incredulidad ante el mismo. Los pacientes manifiestan no poder creer, y a veces ni siquiera pueden evocar la emoción que hasta hacía pocos minutos estaba produciendo una fuerte perturbación. Incluso descreen que los síntomas hayan desaparecido en tan corto tiempo de trabajo, la mayoría de las veces menos de una hora.
TÉCNICA DE “LAS GAFAS HEMISFÉRICAS”
Consiste en unas gafas especialmente diseñadas que permiten activar separada y alternadamente los hemisferios cerebrales, de modo que el paciente puede “ver” dos puntos de vista propios y diferentes respecto a un mismo tema.
Siempre usamos ambos lados de nuestro cerebro, pero en ocasiones nos quedamos “atrapados” emocionalmente, incapaces de conectar con el lado más útil para la comprensión producto del estrés o al trauma que limita nuestra capacidad de resolución.
A medida que el tema es observado varias veces en forma alterna y secuencial, con los distintos hemisferios, estos se van integrando en sus percepciones, bajando la intensidad de la perturbación hasta desaparecer como por “arte de magia”… y “el problema” deja de serlo.
Esto permite desensibilizar cualquier situación que produzca ansiedad o miedo inapropiado.
TÉCNICA DE “UN OJO POR VEZ”
El método de “Un Ojo por Vez” consiste en observar el problema a resolver con un ojo por vez. Con esta técnica se activan también, como consecuencia, los hemisferios cerebrales separadamente.
Con esta técnica se trabajan dos cosas:1) el “shock” o incredulidad acerca de lo sucedido. A menudo se observa que con uno de los hemisferios la persona “cree” lo que le ha pasado, pero con el otro no. Es decir lo sabe con la corteza cerebral, pero lo niega con el corazón. Mientras persista esta incredulidad, es imposible elaborar e integrar en la vida de la persona la situación vivida.
2) El otro hallazgo, propio de esta técnica, es el de la presencia de los llamados “nudos”. Son puntos en los ojos dónde se concentran las emociones más disfuncionales, ligadas a sensaciones físicas de ansiedad. También existen nudos positivos, o lugares donde las sensaciones físicas se alivian o disminuyen notablemente. Una vez disueltos estos “nudos negativos” y reforzados los “nudos positivos” el problema desaparece o se reduce a su mínima expresión.
Con estas técnicas totalmente novedosas nos adentramos en un terreno hasta ahora desconocido.
Son metodologías a través de las cuales encontramos una manera de modificar la sintomatología psíquica sin hablar prácticamente del tema, abreviando significativamente el proceso terapéutico.
La paz, tranquilidad y alivio que sienten los pacientes de que en un tiempo tan breve pueden comprobar sus efectos beneficiosos, es valorado y agradecido por quienes ya se están beneficiando de estas terapias.
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Buenas tardes,
Soy una mujer de 40 años. Llevo 20 años conviviendo con un trastorno alimenticio.
Siento miedo, ansiedad, inseguridad y falta de autoestima.
Llevo una vida «normal», trabajo, me ocupo de un hijo de 4 años, estudio….. Pero tengo la sensación de que estoy muerta en vida, no me dejo ser feliz, no disfruto los momentos, me cuesta vivir el presente y parar mis pensamientos.
He estado en tratamientos, psicólogos, psiquiatras, y varias terapias alternativas y…. nada.
No sé si pueden ayudarme, estoy agotada de luchar, mental y emocionalmente.
Gracias